Esta norma de reconocimiento internacional permite a todo tipo de organizaciones, independientemente de su tamaño o actividad, reducir las emisiones de gases de efecto de invernadero, sus costos energéticos y otros impactos ambientales relacionados, a partir del establecimiento de un Sistema de Gestión de la Energía (SGE).
La certificación IRAM de un SGE, asegura el control y seguimiento sistemático, de cara a la mejora continua de su desempeño energético, otorgando confianza en dicho sistema y posibilitando a la organización un mayor grado de sostenibilidad. Además, resulta fácilmente integral con otros sistemas de gestión ISO.